Actualmente tienen mucha importancia las nuevas
tecnologías y los avances tecnológicos que se están produciendo, con los cuales
convivimos día a día e incluso nos ayudan a la hora de intervenir en niños con
Necesidades Educativas Especiales (NEE). Estos avances nos permiten realizar
sistemas de comunicación en tablet o móviles o incluso actividades con
programas informáticos para trabajar la lectoescritura, fonología..., y así
permitir que todo niño, con o sin diversidad funcional, tenga la oportunidad de
leer o escribir de una manera más motivadora; sin embargo Emilia Ferreiro
estudió desde una perspectiva y una sociedad distinta a la que tenemos hoy en
día, en la que no existían estas tecnologías.
En ese momento el niño debía tener un grado de madurez
concreto y los profesionales no sabían que métodos de lectoescritura utilizar
(analítico, sintético, mixto…). Se alfabetizaba a través de palabras sueltas o
sonidos aislados que luego se juntaban. La lengua era reducida a elementos, de
tal forma que primero se aprendieran las cosas más simples y luego las
complejas. Se aprendía de forma mecánica sin tener en cuenta la importancia de
la comprensión, por ello muchos de los niños no llegaban nunca a la comprensión
parcial o total de un texto, sobre todo aquellos con NEE.
Cuando Ferreiro empezó a trabajar en este ámbito de la
lectoescritura, se vio obligada a realizar un cambio de perspectiva; tuvo que
hacer ver a la sociedad y los profesionales que los niños piensan (tengan el
grado de madurez que tenga) y que la escritura no es simplemente un código sin
comprensión.
Emilia empezó a utilizar internet, cuando este tuvo su
especial auge, para realizar actividades con los niños, de tal forma que los
que no podían escribir de forma tradicional, lo hiciesen a través de esta nueva
tecnología. Instaló un sitio web “niñosyescritores.org” donde un escritor
profesional empezase una historia y los niños, mediante preguntas, respondiesen
y la continuasen. Tras realizar la contestación a las preguntas y poder avanzar
en el discurso de la historia, Ferreiro y su equipo interactuaron con los niños
antes de la publicación, para explicar si los textos escritos por ellos tenían
deficiencias, o estaban bien formados.
Finalmente una de las historias, iniciada por el
escritor colombiano Triunfo Arciniegas, se publicó. A partir de ese momento,
algunos docentes organizaron actividades donde poder interactuar en internet
con niños en el ámbito de la lectoescritura. Gracias a esto los chicos pudieron
tener la experiencia de escribir y ver las interacciones que tiene, por
ejemplo, un personaje en una historia.
Este es un claro ejemplo de que el soporte digital hoy
en día tiene gran importancia a la hora de trabajar y realizar actividades con
niños en lectoescritura.
Desde que empezó el avance tecnológico, existen muchas
plataformas y sitios on-line donde la lectoescritura es la base principal; es
el ejemplo de los periódicos, blogs o redes sociales (entre otros). Las nuevas
tecnologías han puesto en marcha programas y aplicaciones informáticas para
trabajar en el aula tanto la lectura como la escritura, ya sean niños con o sin
necesidades educativas especiales; se está modificando en algunos profesionales
la idea de no enseñar lectoescritura a los niños que presentan mayores
dificultades en este ámbito y se ha favorecido la enseñanza y motivación de los
alumnos.
Las nuevas tecnologías en ocasiones ofrecen a las
personas con NEE instrumentos y materiales con los que compensan actividades
que antes del avance tecnológico no podrían realizar. Estos instrumentos y
materiales se pueden adaptar fácilmente dependiendo de las características de
cada persona, aparte de facilitar la enseñanza, la posibilidad de repetir un
ejercicio las veces que sea necesario, aumentar el grado de autonomía y la autocorrección
de las actividades.
Emilia
Ferreiro describe el contexto de
la enseñanza de la lectura antes de la
introducción de la tecnología como herramienta didáctica
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